Matriarcas del Renacimiento: arte y poder
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A lo largo de los siglos, la mujer ha jugado desde tiempos inmemoriales, en particular, cuando se trata de las clases poderosas, solamente el rol de ser un peón en un gran tablero de ajedrez político.
Este caso es particularmente válido para cuatro mujeres del siglo XV, que pudieron aprovechar una alianza matrimonial que ellas no habían buscado de distintas maneras.
¿Qué vivirás en esta conferencia?
Caterina Sforza pasará a la historia como una de las mujeres más valientes y aguerridas de todos los tiempos. Hija ilegítima del Duque de Milán Galeazzo Maria Sforza, es obligada a contraer matrimonio a los diez años con el sobrino del Papa Sixto IV, Girolamo Riario, nombrado conde por su tío y señor de Imola y Forlì. Caterina no aceptará fácilmente su destino pero sí logrará defender con ingenio, talento y un magnífico uso del arte de la esgrima en el que había sido entrenada, los territorios que sentía que le pertenecían después del asesinato de su marido. Es una mujer que acierta, pero también es humana y comete grandes errores de los que después se arrepiente. Pasará el final de su vida en Florencia, donde morirá joven y viuda de Giovanni de ́Medici, llamado il Popolano, educando al hijo mutuo, al que deja huérfano tempranamente, Giovanni delle Bande Nere, que se convertirá después en jefe valentísimo del ejército del papa Clemente VII.
Lucrezia Tornabuoni es la madre de uno de los personajes más famosos de todo el Renacimiento, Lorenzo de´Medici, apodado el Magnífico. Un hombre que encarna la cultura, los valores, la afición a las artes y la poesía y al mundo neoplatónico que se vive en la Florencia del siglo XV. Feliz esposa de un hombre magnífico, que morirá tempranamente de gota, Piero de ́Medici, ella se encargará de orientar la educación de sus hijos, de las comisiones que su hermano y su marido encargan a artistas de la época y contribuirá a consolidar a Florencia como cuna del Renacimiento.
Isabella d´Este es la hija de Ercole d´Este, duque de Ferrara. Los d'Este son la casa real más antigua de toda la península itálica y ella sabe aprovechar la cultura en la que se ha educado, para convertir al entonces marquesado de Mantua, en uno de las ciudades más bellas, del entonces Veneto, ahora de la Lombardía. Su matrimonio con Francesco II de Gonzaga, futuro marqués de Mantua, le permitirá hacer de la ciudad una corte cultísima de huéspedes ilustres, entre los que está Leonardo da Vinci. Andrea Mantegna, un artista de la zona, y probablemente el mejor perspectivista de toda Italia, se encargará de decorar sus habitaciones privadas, y de trabajar toda la vida para la familia Gonzaga y embellecer el Palazzo Ducale, incluso antes de que Isabella llegara a vivir ahí.
Por último intentaremos desmitificar la imagen de Lucrezia Borgia, hija ilegítima del Papa Alejandro VI, Rodrigo Borgia y de la cortesana Vanozza Catanei, de quien se ha hablado tanto y que probablemente no fuera más que un peón utilizada por su padre y su hermano para afianzar alianzas políticas. Casada por tercera vez con el hermano de Isabella D´Este, Alfonso D´Este, ambas compiten para hacer cortes famosas, llenas de artistas, trovadores, poetas y pintores.
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