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Vértigo, la obra maestra

andré didyme-dôme arte cine historia hitchcock suspenso Nov 07, 2020

Por: André Didyme-Dôme

Uno de los pocos fracasos comerciales de Hitchcock y una de las obras menos queridas por su director, Vértigo es considerada actualmente como una de las mejores películas de todos los tiempos, superando en muchos aspectos a El ciudadano Kane, la cinta de Orson Welles que disputa el título.

Más que una excelente película de suspenso, Vértigo es un relato en clave psicoanalítica acerca de la obsesión causada por el deseo. Aquí Hitchcock nos plantea una perversa teoría sobre el amor: el amor no consiste en querer a la persona por lo que es, sino por lo que queremos que ella sea.

Vértigo es también una de las películas más autobiográficas de Hitchcock. Aquí se hace evidente su espíritu controlador y su obsesión por las mujeres rubias, gélidas y distantes, vestidas en elegantes y ajustados trajes de sastre y con su cabello recogido y restringido.  Las mujeres en las cintas de Hitchcock se parecen mucho a la madre de este.  Esta es una clave para entender también a Psicosis, la otra obra maestra del director.

 

En esta cinta, Scottie (interpretado por James Stewart), es un hombre antipático con muchas debilidades físicas, mentales y emocionales (así como un gran miedo a las alturas), quien se obsesiona con una idea de mujer que busca imponer en su realidad.  Al no poder tener a la mujer que desea, Scottie encuentra a otra mujer y trata de ajustarla a su idea, obligándola a cambiar su apariencia y su comportamiento para que se ajuste a su objeto de deseo.  Vale la pena recordar que Grace Kelly, la actriz fetiche de Hitchcock rechazó el papel femenino de Vértigo y fue reemplazada por Kim Novak, en un papel en el que se siente que fue obligada a emular a Kelly.

Los misterios y las revelaciones de la cinta, es mejor no contarlos.  Basta con decir que esta es la mejor película del más grande director de todos los tiempos, quien bajo una estructura narrativa de género (en este caso suspenso), captura con un gran talento para lo formal, las incómodas emociones humanas (deseo, miedo, culpa, obsesión) y nos habla sobre ellas con una elocuencia que va más allá de las palabras.